El poema materia de nuestra exégesis es el "poema XV" de Pablo Neruda. Se encuentra incluido en Veinte poemas de amor y una canción desesperada, libro que forma parte del periodo de iniciación del escritor chileno. A continuación, transcribimos el poema para facilitar nuestro análisis:
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
1. DispositioHemos visto conveniente segmentar el poema de acuerdo a un criterio temático:
Primer segmento. Consta de las tres primeras estrofas. Título: “La presencia de los amantes es insuficiente para la realización del amor”.
Segundo segmento. Constituido por las dos estrofas siguientes. Título:”La distancia de los amantes y su vínculo con la muerte.
2. ElocutioLos campos figurativos más importantes en el poema son el de la metáfora y la antítesis. Dentro del campo figurativo de la metáfora, encontramos al símil, recurso retórico por el cual se establece una comparación. En el poema de Neruda, se manifiestan una serie de relaciones semánticas, en ese sentido. El silencio es asociado con la ausencia (“Me gustas cuando callas porque estás como ausente”) y con la lejanía (“Me gustas cuando callas y estás como distante”). Y si revisamos el poema como un discurso que guarda una coherencia global, el silencio se relaciona con la idea de la muerte. Organizar el mundo conceptualmente de acuerdo al símil implica concebir el amor como una idea sin definición precisa, lo cual determina que solo podamos hacer comparaciones para esbozar alguna noción sobre el particular. De esta manera, pensamos que el símil en el poema XV de Neruda solo nos permite precisar los límites de la idea del amor; es decir, el poema no nos da una definición explícita del amor, sino que mediante comparaciones nos acerca a su lado más contradictorio. Creemos que el símil más relevante del poema es el que se refiere a la muerte: “Me gustas cuando callas porque estás como ausente/ Distante y dolorosa como si hubieras muerto”. Aquí el silencio está asociado a la idea de distancia y muerte. Se confunde el abismo entre los amantes con la muerte del otro.
El otro recurso retórico importante es la antítesis. Por medio de esta figura se abordan dos conceptos: la naturaleza del silencio y la naturaleza del amor. El silencio se concibe no como un no-lenguaje, sino que forma parte de la comunicación, tiene un significado: “déjame que me calle con el silencio tuyo”, “Déjame que te hable también con tu silencio”. No cabe duda de que estamos ante una característica de la poesía moderna. El plano de lo verbal ha entrado en crisis y ahora el silencio también tiene sentido en el marco de la comunicación humana. La antítesis también es un recurso por el cual se aprehende el tema amoroso; ello implica entender al amor como una reunión de contrarios. El amor implica una posesión imposible, un compenetrarse con el otro inalcanzable. Así lo demuestran los siguientes versos: “y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca”, “Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza”. Y es por ello que el sujeto de la enunciación, al sentir que no hay una complementación absoluta, piensa en la muerte del amante.
De acuerdo con el poema de Neruda, los amantes se sienten cerca, pero también lejos, inaccesibles. Esto despierta cierta angustia entre los sujetos que viven la experiencia del amor: “Me gustas cuando callas y estás como distante/ Y estás como quejándote, mariposa en arrullo”. Nótese el contraste entre la idea de quejido y arrullo. De aquí podemos inferir una suerte de aceptación de las condiciones del amor. Esa distancia infranqueable de los amantes se convierte en algo bello, quizá porque sean concientes de la experiencia amorosa, afirmándose mutuamente dentro de ese sentimiento.
3. Los interlocutores del poemaEl poema es enunciado por un locutor personaje, quien se dirige a un alocutario representado. En ese sentido, el texto manifiesta un tono confesional, por el cual el hablante básico pone en evidencia la naturaleza contradictoria de sus sentimientos hacia el sujeto amado.
4. InventioEl poema XV de Pablo Neruda nos revela la naturaleza del amor. Aunque el mundo representado sea conflictivo, el sujeto de la enunciación no lo rechaza, sino que lo vive con intensidad. ¿Qué implica la noción de amor? Sin duda, sentimientos encontrados; es una realidad en la que el yo poético ha sabido superar los antagonismos. Esto lo demuestran las constantes marcas de su subjetividad con respecto al otro, símbolo del amor: “Me gustas cuando callas...”, “Y estoy alegre, alegre...
En esa dirección, el poema XV plantea el amor como una feliz antítesis. Para el hablante básico, el amor es presencia y ausencia, lejanía y cercanía, queja y arrullo, todo y nada. Siente al otro distante, lo cual lo acerca a su condición de ser: la soledad. Nos atrevemos a decir que es desde la soledad que se habla del amor. Entonces el sentimiento amoroso es ubicado entre dos orillas: entre la insatisfacción por no poseer completamente al ser amado y la destrucción, la muerte del otro, que es la soledad real.